escuchando silencios ... pretendidos haikus ... nacen desde la floresta ...
Los peces nacen en el agua, el hombre nace en el Tao.Si los peces, nacidos en el agua, buscan la sombra profunda del estanque o la alberca, todas sus necesidades son satisfechas.Si el hombre, nacido en el Tao, se hunde en la profunda sombra de la no-acción, para olvidar la agresión y las preocupaciones, no le falta nada, su vida es segura.
Moraleja: "Todo lo que necesita el pez es perderse en el agua.Todo lo que necesita el hombre es perderse en el Tao".
Moraleja: "Todo lo que necesita el pez es perderse en el agua.Todo lo que necesita el hombre es perderse en el Tao".
19 jun 2010
Sokei-an (la vida tranquila)
"Perhaps you cannot imaging such a practice as that which has been current among my people. In China or Japan, monasteries are built on a mountain top or on the edge of a cliff. From there you can see a thousand miles before your eyes. In winter, when the valley is covered with snow, you feel you are in a world of silver. No color is before your eyes. In the valley it is so quiet. In the daytime when the monks are meditating, if there is any sound in the temple it will be only that of a mouse or a rat.
These monks are not retiring from the world; they are trying to find quietude in their minds. This state is longed for by oriental students. They try frantically to find it. Occasionally they renounce their home, or separate from wife and children to pass their lives in such a quiet place. You could not dream of men like this until you meet them. They value highly their quiet way of life. They cannot see the value of the life we are in daily contact with, our present civilization, where men hold a cigar in the right hand and a glass of whiskey in the left hand, listen to music, watch dancing, and eat delicious food. We might say that these are the two extremes of human life.
Perhaps you will ask, what value is there in that quiet and aloof way of life. The monks would ask the same question of you. What value is there in passing your nights in a night club?" -- From a lecture Feb. 21, 1942.
Sokei-an en la vida tranquila
"Tal vez usted no pueda imaginar una práctica como la que se ha estado haciendo en mi pueblo. En China o Japón, los monasterios se construyen en la cima de la montaña o al borde de un precipicio. Desde allí se puede ver a miles de kilómetros antes de sus ojos. En invierno, cuando el valle está cubierto de nieve, usted siente que está en un mundo de plata. No hay color ante sus ojos. En el valle es mucho más tranquilo. En el día, cuando los monjes están meditando, si no hay ningún sonido en el templo, sólo la de un ratón o una rata.
Estos monjes no se retiran del mundo, sino que están tratando de encontrar tranquilidad en sus mentes. Este estado es anhelado por los estudiantes orientales. Ellos tratan frenéticamente de encontrarlo. De vez en cuando renuncien a su casa, o por separado de la esposa y los niños pasan su vida en un lugar tan tranquilo. No se podía soñar con hombres como esto hasta que los conoce. Ellos valoran altamente su tranquila forma de vida. Ellos no pueden ver el valor de la vida que están en contacto diario con el, nuestra civilización actual, donde los hombres tienen un cigarro en la mano derecha y un vaso de whisky en la mano izquierda, escuchar música, ver bailar y comer comida deliciosa. Podríamos decir que estos son los dos extremos de la vida humana.
Quizás usted se preguntará, ¿qué valor hay en esa forma tranquila y apartada de la vida. Los monjes se hacen la misma pregunta que usted. ¿Qué valor hay en pasar sus noches en un club nocturno? "- De una conferencia 21 de febrero 1942
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