escuchando silencios ... pretendidos haikus ... nacen desde la floresta ...
Los peces nacen en el agua, el hombre nace en el Tao.Si los peces, nacidos en el agua, buscan la sombra profunda del estanque o la alberca, todas sus necesidades son satisfechas.Si el hombre, nacido en el Tao, se hunde en la profunda sombra de la no-acción, para olvidar la agresión y las preocupaciones, no le falta nada, su vida es segura.
Moraleja: "Todo lo que necesita el pez es perderse en el agua.Todo lo que necesita el hombre es perderse en el Tao".
Moraleja: "Todo lo que necesita el pez es perderse en el agua.Todo lo que necesita el hombre es perderse en el Tao".
13 jun 2010
verdadera compasión
La genuina compasión está basada no en nuestras propias proyecciones y expectativas sino en los derechos del otro. Independientemente de si la otra persona es un amigo íntimo o un enemigo, el hecho de que desee la paz y la felicidad y quiera superar el sufrimiento ha de servirnos de base para desarrollar un genuino interés por su problema. Ésta es la compasión auténtica.
Normalmente, cuando nos interesamos por un amigo íntimo, llamamos a esto compasión. Esto no es compasión, es apego. Incluso en el matrimonio, aquellos que perduran a lo largo del tiempo lo hacen no debido al apego ― aunque generalmente está presente ―, sino porque también existe compasión. Los matrimonios que duran sólo poco tiempo experimentan falta de compasión; existe solamente apego emocional basado en proyecciones y expectativas. Cuando el único punto de unión entre amigos íntimos es el apego, incluso un pequeño detalle puede hacer cambiar nuestras proyecciones.
Tan pronto como cambian nuestras proyecciones, desaparece el apego, porque estaba basado únicamente en aquéllas.
Es posible tener compasión sin apego y, de forma similar, sentir enfado sin odio. Por consiguiente, necesitamos hacer una distinción clara entre la compasión y el apego, y entre el enfado y el odio. Esta claridad de conceptos es útil en nuestra vida diaria y en nuestros esfuerzos hacia la paz mundial.
Considero que éstos son los valores espirituales fundamentales para la felicidad de todos los seres humanos, independientemente de si uno es creyente o no.
Dalai Lama
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario