"Sean conscientes de que sus manos son como antenas: tienen la

capacidad de captar corrientes de energía del espacio y también

son capaces de proyectarlas. Pero para conseguir que sus

manos sólo atraigan y proyecten un día corrientes benéficas,

deben empezar por estar muy atentos con los gestos que hacen

en la vida cotidiana; porque cada gesto, por insignificante que

sea, produce una vibración. En cualquiera de sus tareas,

esfuércense en hacer gestos mesurados, armoniosos, sabiendo que

ponen en movimiento fuerzas y elementos que les permiten

transponer esta actividad en el plano espiritual y alcanzar, de

esta forma, los grados superiores de la vida.

La verdadera espiritualidad consiste en utilizar cualquier

trabajo para conciliar los pensamientos, los sentimientos y los

gestos con la armonía cósmica. Cada gesto que impregnas con

una idea divina, se inscribe en los archivos de tu

conciencia superior, de dónde emanarán todas las energías

benéficas: el amor, la esperanza, la alegría…"

Omraam Mikhaël Aïvanhov