Nuestros problemas –sociales, políticos, ambientales, religiosos– son tan complejos que solo podemos resolverlos si somos sencillos, no volviéndonos extraordinariamente eruditos y sagaces. Una persona sencilla tiene una visión mucho más directa, experimenta las cosas más directamente que una persona compleja. Nuestras mentes acumulan tantos conocimientos que otros han dicho que somos incapaces de ser sencillos y experimentar las cosas directamente por nosotros mismos. Estos problemas requieren un enfoque nuevo y solo podemos abordarlos desde la sencillez, cuando somos internamente muy sencillos. Dicha sencillez solo surge del conocimiento propio, o sea, cuando comprendemos lo que somos, lo que pensamos, lo que sentimos, los movimientos de nuestros pensamientos, nuestras respuestas; cuando nos damos cuenta de cómo nos amoldamos a la opinión pública por miedo, o porque seguimos los preceptos de otros, lo que Buda, Cristo y los grandes santos han dicho. Todo esto pone de manifiesto nuestra tendencia natural al conformismo, a la comodidad, a la búsqueda de seguridad. Como es evidente, el hecho de ir en busca de dicha seguridad indica que vivimos en un estado de miedo, y que por tanto, no somos sencillos.
- Krishnamurti, Charlas en California, Ojai, 1949
escuchando silencios ... pretendidos haikus ... nacen desde la floresta ...
Los peces nacen en el agua, el hombre nace en el Tao.Si los peces, nacidos en el agua, buscan la sombra profunda del estanque o la alberca, todas sus necesidades son satisfechas.Si el hombre, nacido en el Tao, se hunde en la profunda sombra de la no-acción, para olvidar la agresión y las preocupaciones, no le falta nada, su vida es segura.
Moraleja: "Todo lo que necesita el pez es perderse en el agua.Todo lo que necesita el hombre es perderse en el Tao".
Moraleja: "Todo lo que necesita el pez es perderse en el agua.Todo lo que necesita el hombre es perderse en el Tao".
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