Los peces nacen en el agua, el hombre nace en el Tao.Si los peces, nacidos en el agua, buscan la sombra profunda del estanque o la alberca, todas sus necesidades son satisfechas.Si el hombre, nacido en el Tao, se hunde en la profunda sombra de la no-acción, para olvidar la agresión y las preocupaciones, no le falta nada, su vida es segura.
Moraleja: "Todo lo que necesita el pez es perderse en el agua.Todo lo que necesita el hombre es perderse en el Tao".

AVISO

queridos amigos los haikus que humildemente escribo están en este sitio: www.haikusilvestre.wordpress.com
gracias ! Namasté

18 mar 2015

Un inteligente monje hace al Buda preguntas que producen cuatro declaraciones importantes.


“Venerable Señor, ¿qué es lo que conduce al mundo? ¿Qué es lo que arrastra el mundo? ¿Qué es aquello que cuando surge lo tiene bajo control?”.

“¡Bien, muy bien, monje! Tu agudeza mental es excelente. Tu discernimiento es excelente. Tu indagación es excelente. Así que has preguntado: ‘Venerable Señor, ¿qué es lo que conduce al mundo? ¿Qué es lo que arrastra el mundo? ¿Qué es aquello que cuando surge lo tiene bajo control?’”.

“Sí, Venerable Señor”.

“Lo que conduce al mundo, monje, es la mente; el mundo está arrastrado por la mente; es la mente que cuando surge tiene [al mundo] bajo control”.

Diciendo “bien, Venerable Señor”, aquel monje se deleitó y se regocijó en la declaración del Bienaventurado. Acto seguido, hizo otra pregunta al Bienaventurado:

“Se ha dicho, Venerable Señor, ‘un instruido experto en el Dhamma, un instruido experto en el Dhamma’. ¿En qué manera uno es un instruido experto en el Dhamma?”.

“¡Bien, muy bien, monje! Tu agudeza mental es excelente. Tu discernimiento es excelente. Tu indagación es excelente. Así que has preguntado: ‘«Un instruido experto en el Dhamma, un instruido experto en el Dhamma». ¿En qué manera uno es un instruido experto en el Dhamma?’”.

“Sí, Venerable Señor”.

“Yo he impartido muchas enseñanzas, monje: discursos, prosa mezclada con versos, exposiciones, poesía, exclamaciones inspiracionales, citas, historias de nacimientos, cuentos asombrosos, preguntas y respuestas. Si, luego de aprender el significado del Dhamma, uno practica de acuerdo con el Dhamma aunque sea cuatro líneas de versos, eso es suficiente para que se llame ‘un instruido experto del Dhamma’”.

Diciendo “bien, Venerable Señor”, aquel monje se deleitó y se regocijó en la declaración del Bienaventurado. Acto seguido, hizo otra pregunta al Bienaventurado:

“Se ha dicho, Venerable Señor, ‘un instruido de penetrante sabiduría, un instruido, de penetrante sabiduría. ¿En qué manera uno es un instruido de penetrante sabiduría?”.

“¡Bien, muy bien, monje! Tu agudeza mental es excelente. Tu discernimiento es excelente. Tu indagación es excelente. Así que has preguntado: ‘«Un instruido de penetrante sabiduría, un instruido de penetrante sabiduría». ¿En qué manera uno es un instruido de penetrante sabiduría?’”.

“Sí, Venerable Señor”.

“He aquí, monje, el monje ha escuchado: ‘Esta es la insatisfacción’ y, habiéndolo penetrado con sabiduría, ve su significado. Además ha escuchado: ‘Este es el origen de la insatisfacción’ y, habiéndolo penetrado con sabiduría, ve su significado. Además ha escuchado: ‘Este es el cese de la insatisfacción’ y, habiéndolo penetrado con sabiduría, ve su significado. Además ha escuchado: ‘Este es el sendero que conduce al cese de la insatisfacción’ y, habiéndolo penetrado con sabiduría, ve su significado. Es de esta manera que uno es instruido de penetrante sabiduría”.

Diciendo “bien, Venerable Señor”, aquel monje se deleitó y se regocijó en la declaración del Bienaventurado. Acto seguido, hizo otra pregunta al Bienaventurado:

“Se ha dicho, Venerable Señor, ‘una persona sabia de gran sabiduría, una persona sabia de gran sabiduría. ¿En qué manera uno es una persona sabia de gran sabiduría?”.

“¡Bien, muy bien, monje! Tu agudeza mental es excelente. Tu discernimiento es excelente. Tu indagación es excelente. Así que has preguntado: ‘«Una persona sabia de gran sabiduría, una persona sabia de gran sabiduría». ¿En qué manera uno es una persona sabia de gran sabiduría?’”.

“Sí, Venerable Señor”.

“He aquí, monje, una persona sabia de gran sabiduría no guarda intención de afligirse a sí mismo, afligir a otros ni afligir a ambos. Más bien, cuando piensa solamente piensa en su propio bienestar, en el bienestar de los demás, en el bienestar de ambos y en el bienestar del mundo entero. Es de esta manera que uno es una persona sabia de gran sabiduría”.
AN 4,186 {15A4.4.4.6,186} Ummaga Sutta – Agudeza mental

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