Los peces nacen en el agua, el hombre nace en el Tao.Si los peces, nacidos en el agua, buscan la sombra profunda del estanque o la alberca, todas sus necesidades son satisfechas.Si el hombre, nacido en el Tao, se hunde en la profunda sombra de la no-acción, para olvidar la agresión y las preocupaciones, no le falta nada, su vida es segura.
Moraleja: "Todo lo que necesita el pez es perderse en el agua.Todo lo que necesita el hombre es perderse en el Tao".

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queridos amigos los haikus que humildemente escribo están en este sitio: www.haikusilvestre.wordpress.com
gracias ! Namasté

17 jul 2010

MILAREPA EN JUNPAN NANKA TSANG



Reverencia a todos los gurús
De Ragma, Milarepa fue a Junpan Nanka Tsang [1] y allí per­maneció por algún tiempo.

Un día llegó a la choza de Milarepa un mono montado en un conejo. Por coraza llevaba un hongo y portaba arco y flecha hechos de caña. Su apariencia era tan ridícula que Milarepa no pudo con­tener la risa. El demonio dijo al Jetsun: "Viniste aquí por miedo; [2] si ya no temes, puedes irte". Milarepa replicó: "Comprendo perfec­tamente que cualquier manifestación es un efecto de la propia men­te; también veo que la esencia mental es idéntica al Dharmakaya. Tú, ¡pobre fantasma!, sea cual fuere la aparición que invoques, para mí sólo serás motivo de risa". Entonces el demonio presentó ofrendas e hizo un voto ante Milarepa. Luego, como arco iris, desapareció en el cielo. Era el rey demonio de Dro Tang.
Otro día fueron a visitar a Milarepa los vecinos de Dro Tang. Le preguntaron qué beneficio le ofrecía Junpan Nanka Tsang. En respuesta, Milarepa cantó así:

Ruego a mi gurú, el santo.
Escuchen, benefactores, les diré lo benéfico de este lugar.
Arriba, en lo alto de este hermoso y quieto Castillo Celestial
de Junpan, se reúnen oscuras nubes;
abajo, a lo lejos, corre, azul intenso, el río Tsang.
A mis espaldas se alza la Roca Roja Celestial;
flores silvestres vibrantes florecen con profusión a mis pies.
A orillas de mi cueva rugen y braman las bestias salvajes,
giran libres en el cielo los buitres y las águilas,
mientras cae menuda la lluvia.
Las abejas zumban y susurran con monótono canto,
las yeguas y sus potros caracolean y galopan alocadamente;
parlotea el arroyo entre guijarros y rocas;
en los árboles saltan y se columpian los monos
y la alondra entona alegremente su dulce canción.
Los sonidos esporádicos son mis compañeros,
inconcebible es la bondad de este lugar.
Y en este canto la narro para ustedes.
¡Oh, protectores bondadosos!
Sigan, por favor, mi sendero y mi ejemplo.
Abandonen el mal y. practiquen buenas acciones.
Con todo mi corazón, espontáneamente,
os doy esta instrucción.

Entre los benefactores había un yogui tántrico, el cual dijo a Milarepa: "Estaríamos muy agradecidos si, como un saludo o regalo de bienvenida, nos dieras, misericordiosamente , las instrucciones esen­ciales sobre visión, meditación y acción. [3]
Milarepa cantó en respuesta:
Entra en mi corazón la gracia de mi gurú,
ayudándome a realizar la verdad del vacío!
En respuesta a mis fervientes benefactores,
canto para complacer a deidades y Budas:
La manifestación, el vacío y la indiferenciación
son la quintaesencia de la visión.
La iluminación, la mente vacía y la concentración
son la quintaesencia de la meditación.
El desapego, el desligamiento y la completa indiferencia
son la quintaesencia de la acción.
La ausencia de esperanza, de miedo y de confusión
es la quintaesencia de la realización.
El desistimiento, el desvelamiento y la indiscriminación
son la quintaesencia de los preceptos.

Después de escuchar este canto de Milarepa, los benefactores re­gresaron a sus hogares. Algunos días más tarde, fueron a visitar al Jetsun muchos discípulos, quienes preguntaron por su salud y bien­estar deseándole lo mejor. Milarepa en respuesta cantó:
Me inclino a los pies de mi gurú.
En lo profundo de la floresta donde el hombre no ha hollado,
yo, Milarepa, practico alegremente la meditación.
Sin apego ni vínculo,
es igualmente placentero caminar o estar tranquilo.
Libre de enfermedad y desorden, sostengo a voluntad este cuerpo ilusorio
y aun sin dormir nunca, me siento en confortable quietud.
Residiendo en el Samadhi de la Transitoriedad [4] paladeo el gozo;
en verdad es deleitoso mantenerse en la yoga del calor.
Sin cobardía ni desmayo,
alegremente sigo las prácticas tántricas;
sin esfuerzo perfecciono la labor;
sin ninguna distracción
permanezco en soledad y soy verdaderamente feliz.
¡Éstos son los placeres del cuerpo!
El sendero de sabiduría y el de los medios [5] son dichosos,
la yoga de elevarse y perfeccionarse es dichosa,
dichosa la meditación de dos en uno,
dichosa Prajna, la conciencia de no ir ni venir;
dichosa la ausencia de charlas, amigos y pláticas.
Estos son los placeres de la palabra.
Dichosa la comprensión del no codiciar;
dichoso meditar sin interrupción;
dichoso el logro sin esperanza ni temor;
dichosa la acción hecha sin apego.
Éstos son los placeres de la mente.
¡Dichosa la iluminación sin pensamiento ni mutación!
¡Dichoso el gran gozo de la pureza del Dharmadhatu! [6]
¡Dichoso el incesante reino de la forma!
Este pequeño canto de la gran dicha que fluye libre desde mi corazón,
está inspirado por la meditación.
Por la unión de acción y conocimiento, quienes persiguen el fruto del bodhi
pueden seguir esta práctica yoga.

Los discípulos dijeron a Milarepa: "En verdad son maravi­llosos los gozos de cuerpo, palabra y mente tal como lo has dicho. Explícanos por favor cómo se obtienen". Milarepa replicó: "Me­diante la realización de la mente". Los discípulos dijeron: "Aunque nosotros nunca seremos capaces de adquirir tal dicha y placer como los que tú disfrutas, esperamos alcanzar una pequeña porción; por lo tanto, te rogamos darnos una enseñanza clara, fácil de entender y de práctica simple, mediante la cual podamos realizar la esencia de la mente". Entonces el Jetsun cantó Los Doce Significados de la Mente.

Me inclino a los pies de mi gurú.
¡Oh protectores bondadosos! Si ustedes desean realizar la esencia de la mente, deben practicar las siguientes enseñanzas:
Fe, conocimiento y disciplina constituyen el árbol
de vida [7] de la mente.
Éste es el árbol que deben sembrar y cultivar.
Desapego, desligamiento, visión clara son los tres escudos
de la mente;
son luces a llevar, fortalezas en la defensa
y resguardos que deben buscar.
Meditación, diligencia y perseverancia
son los tres caballos de la mente;
¡corren rápido y vuelan veloces!
Si buscan caballos, éstos son los buenos.
Autoconciencia, autoiluminació n y éxtasis [8]
son los frutos de la mente;
siembra la semilla, madura el fruto,
refina el jugo y emanará la esencia.
Si desean frutos, éstos son los que han de buscar.
Este canto de los doce significados de la mente
surge de la intuición yoga.
Continúen en su práctica inspirados en su fe,
¡oh mis buenos protectores!
Entonces los benefactores tuvieron más fe en Milarepa y le lle­varon muchas ofrendas. Posteriormente Milarepa decidió ir a las co­linas nevadas de Yolmo.
Ésta es la historia de Milarepa en Junpan Nanka Tsang (Castillo Celestial de Junpan).


[1] Junpan Nanka Tsang, lugar cercano a los Himalayas y que significa "Castillo Celestial de Junpan".
[2] Temor. El temor a los sufrimientos del samsara (existencia) es un motivo que impulsa al yogui a buscar la emancipación.
[3] Visión, meditación y acción o visión, práctica y acción. "Visión" es el conocimiento o principio sobre el cual se basa cualquier meditación o actividad religiosa. "Práctica" se refiere a los ejercicios yogas de la visión. "Acción" es un estado en el cual se absorbe el yogui en la visión, mientras realiza sus acti­vidades diarias. El ejemplo siguiente ilustra estos términos; en el caso de las enseñanzas del Mahamudra, la visión es la comprensión del vacío propio de la naturaleza de la mente; la práctica es la contemplación de este entendi­miento, y la acción es la atención o cuidado que se pone en esta visión durante las actividades diarias, lo cual significa que el yogui es capaz de recordar la experiencia de su meditación aun durante las vicisitudes de su existencia cotidiana.
[4] Transitoriedad. La realización de los samadhis más altos trasciende tanto lo transitorio como lo permanente.
[5] Sabiduría y medios (sánscrito: Prajna y Upaya). Sabiduría es la com­prensión, visión u "ojo" del yogui, y medios son los métodos, técnicas o "piernas".
[6] Dharmadhatu. Este término tiene diversos significados. Aquí significa lo universal, infinito, total o cualquier otro concepto semejante a éstos.
[7] Árbol de vida. Es un término simbólico que se emplea para denotar la fuerza vital de la cual depende la propia vida. También se refiere a la espina dorsal. Algunas veces indica el pilar central de las stupas budistas.
[8] Autoconciencia, autoiluminació n, éxtasis. Aunque la naturaleza de la mente es indescriptible, puede aprehenderse mediante una ilustración de estas características, o sea, autoconciencia, autoiluminació n, éxtasis, de las cuales no tiene conciencia el no iniciado, a pesar de que existan simultáneamente. Ser consciente de la conciencia o autoconsciente es acercarse al umbral de la ilu­minación; el aspecto mental de autoiluminació n o éxtasis es mencionado por los sabios budistas, quienes en sus experiencias místicas han encontrado que la mente es iluminadora y gozosa.

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